Los niños esperan con ansias la hora de ir a dormir para escuchar una nueva historia, un cuento con que soñar. Por eso, haz de ese momento un tiempo realmente especial con tu hijo, creando un ambiente de interacción y juego entre los dos.
TRANSCRIPCIÓN:
¿Cómo contar bien un cuento?
- Dale a cada personaje una voz y unos gestos diferentes.
- Transmite las emociones de los personajes con la voz. Si están enfadados, alegres, tristes. La entonación es tu arma secreta
- Expresa las onomatopeyas! Dan ritmo a la historia y contribuyen a que el peque escuche con interés y participe. ¡PAM! ¡FLAS! ¡PROOM! ¡ZAS! Sobretodo para el narrador.
- Añade pausas y silencios. Y de repente [silencio] …
- No abuses de los diminutivos, aunque tu hijo sea pequeño(ito). Carlo es un gatito que juega con sus amigos(uitos) en un muelle(cito) …
- Cuenta el cuento con entusiasmo y con ganas, sino podría aburrir al pequeño y anular su pasión por la lectura.
- Invita a tu hijo a participar en la historia. ¿Qué te parece? ¿Qué crees que va a pasar? ¿Qué te imaginas que pasó después?
- Si te olvidas de algún detalle no pasa nada, nada, nada, nada … Puedes retomarlo en cualquier momento, pero no empieces de nuevo la historia.
- Si te pide cada noche el mismo cuento, cuéntalo con las mismas ganas. Por alguna razón la historia le resulta atractiva, algún personaje o un conflicto en particular. A los niños no les basta con una buena historia.
- Lo que realmente les llena es pasar un buen rato con sus padres y que les hagan sentir bien y con afecto.
Los cuentos y las historias son una parte importantísima en el crecimiento del niño. Permiten empatizar con el mundo, desarrollar su imaginación y poder prever peligros antes de que les ocurran.
Ahora que ya sabes explicar (bien) un cuento …
Escoge un cuento, acomódate con tu hijo/a y empieza a contarle la historia.
PD: La imagen la hice en 2013 para un cuento «Las aventuras de Kokoxixi».